Autor: Juan Paz
Las relaciones de los Fajardo con peligrosos narcotraficantes no son recientes. Se remontan a la época de Pablo Escobar (foto) y hasta el momento, que se conozca, ya son tres los mafiosos con los que han celebrado llamativos negocios.
El primero de ellos fue una compraventa celebrada entre la empresa Inversiones Fajardo Valderrama y CIA, SCS., y la esposa de Pablo Escobar, Victoria Henao de Escobar, en relación con un inmueble en el exclusivo sector de El Diamante en El Poblado, que el capo adquirió para que su familia se pudiera codear con las élites de la ciudad.
La transacción se adelantó en la Notaría Primera de Envigado el 27 de febrero de 1979, por un valor (de la época) de cuatro millones de pesos. El inmueble había sido adquirido anteriormente por Raúl Fajardo Moreno y desde septiembre de 1976 lo había puesto a nombre de la empresa de sus hijos, Inversiones Fajardo Valderrama.
La exclusiva vivienda estaba ubicada al frente del Club Campestre de Medellín y los nuevos ocupantes (la familia Escobar Henao) aplicó para hacer parte de esta exclusiva élite, pero fue vetada, según los enterados, porque Santiago Londoño White era el que “daba dedo” en el Club. A partir de allí, Pablo se encargó de promover, desde la comodidad de su casa comprada a los Fajardo, el recordado “paro del club” en retaliación porque los cacaos “bien” no se querían juntar con bandidos.
Los otros dos
El segundo de los negocios de los Fajardo con narcotraficantes fue la adquisición, por parte de la empresa Fajardo Moreno, de un velódromo en el sector de El Tesoro La Virgen, que más adelante convirtió en una escombrera ilegal y que hoy día se utiliza para que esa empresa pague 13 mil millones de pesos en obligaciones urbanísticas de los 30 mil millones que adeuda y que no le fueron cobrados durante las últimas tres alcaldías.
El velódromo lo construyó el narcotraficante Pablo Correa, reconocido lugarteniente de Pablo Escobar, para su diversión personal, sin imaginarse que los Fajardo más adelante lo convertirían en un lleno ilegal con material de excavación de sus propios proyectos, y peor aún, que ese mismo lleno ilegal lo terminarían proponiendo como pago de obligaciones tributarias. Vale anotar que el Secretario de Planeación de la época era Federico Restrepo, y el alcalde, el actual Gobernador Fajardo, cuando se aprobó que el municipio recibiera ese lote, entre diciembre de 2006 y enero de 2007. ¿Puras coincidencias?.
Y el más reciente de los negocios conocidos es un trueque en el que los Fajardo tumbaron al confeso narco y actualmente preso en Estados Unidos, Pedro Antonio Bermúdez Suaza, alias “El Arquitecto”, a quien le recibieron patrimonios por 7 mil millones de pesos por unas oficinas en el frustrado proyecto “Soler Gardens” -actuales ruinas que hay al frente del Hotel Intercontinental por Las Palmas- y que se encuentra en extinción de dominio lo que corresponde al mafioso (Bermúdez Suaza).
Los Fajardo dijeron a la Fiscalía que lo que le entregaron a “El Arquitecto” era el piso 7 y luego de que los verdaderos propietarios del piso 7, que nada tenían que ver con el mafioso, pegaron el grito en el cielo, los Fajardo se corrigieron y señalaron que el piso que compró el narco era el 11 y no el 7.
El Concejal Bernardo Alejandro Guerra, quien ha denunciado todos estos entuertos, ha señalado que el proyecto solo tiene autorizada la construcción hasta el piso 10 y que si los Fajardo han estafado de esta forma a cientos de compradores, incluyendo a un narcotraficante, la estafa que le han hecho a la ciudad es mucho más grande.
Los Fajardo dijeron a la Fiscalía que lo que le entregaron a “El Arquitecto” era el piso 7 y luego de que los verdaderos propietarios del piso 7, que nada tenían que ver con el mafioso, pegaron el grito en el cielo, los Fajardo se corrigieron y señalaron que el piso que compró el narco era el 11 y no el 7.
El Concejal Bernardo Alejandro Guerra, quien ha denunciado todos estos entuertos, ha señalado que el proyecto solo tiene autorizada la construcción hasta el piso 10 y que si los Fajardo han estafado de esta forma a cientos de compradores, incluyendo a un narcotraficante, la estafa que le han hecho a la ciudad es mucho más grande.
Por todos estos hechos es que la marcha de hoy contra la corrupción cobra mucha importancia. A los fajardistas se les puede aplicar aquella frase de los viejos: les está pasando la historia del pobre Lara que escupía de para arriba y le caía en la cara…