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Autor: Alberto Salcedo Ramos
Todos sabemos que Vélez
detesta a Jorge Luis Pinto, el director técnico de Costa Rica. Entonces,
de la mano con ese odio, se enceguece y empieza a decir tonterías. Es
su derecho: en eso consiste la libertad de opinión. Eso sí: el público
se da cuenta de su pifia y le cobra.
Pero el tipo, cantinflesco y de ego acromegálico, no se queda quieto. Miren con la que sale ahora en este tuit sobre la selección Colombia (tampoco gusta de Pekerman):
"Vamos muy bien y lo mejor es ver que se trabajo (sic), la cantaleta sirve".
O sea, que todo se debe a que Pekerman oyó a Vélez con su cantaleta y corrigió el rumbo que llevaba torcido.
Qué egolatría la de este triste payaso que degrada las transmisiones
deportivas con su mala leche y con su lenguaje ridículo. ¿No recuerdan
que antes no decía "tarjeta amarilla" sino "cartulina hepática", y que
un día no dijo que "llovía" sino que estaba "cayendo una precipitación
pluviométrica"?
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