Autor: Wilmer Alberto Zuleta López
Es la primera vez que la Selección Colombia gana por tres goles de
diferencia en un Mundial de Fútbol, hacía 52 años que Colombia no marcaba 3
goles en una Copa del Mundo (la última vez fue en el 4-4 sorpresivo con la
poderosa y desaparecida URSS) y es la segunda vez que la tricolor nacional gana
en su debut en un Mundial (ya lo había hecho en Italia 1990 cuando derrotó 2-0
a Emiratos Árabes).
Estas estadísticas demuestran que los dirigidos por José
Pékerman ya hicieron historia, así sea sólo desde algunas pequeñas
estadísticas; puede que el 3-0 haya sido un poco largo respecto al trámite del
juego ante Grecia; pero fue maravilloso debutar de esta manera, porque tras
faltar a tres Mundiales consecutivamente, había muchos comentarios negativos
como éste: "Colombia irá al Mundial a hacer el ridículo y más ahora que no
tiene a Falcao", es fascinante cuando estos mitos futurólogos se caen,
como aquella publicación en donde se burlaban de Costa Rica por estar en el
Grupo de la muerte y hoy día los dirigidos por Pinto van de líderes, por encima
de los encopetados de Uruguay, Italia e Inglaterra. La enseñanza es: los
partidos se ganan, se empatan o se pierden es en la cancha, no antes, ni
después.
Por otro lado, me gustó mucho el módulo 4-2-3-1 de la Selección Colombia,
porque Ibarbo y Cuadrado meten mucho miedo por las bandas; mientras que James
lo hace por la mitad; Teo pasa un buen momento desde los últimos partidos que
jugó con River Plate, por eso cumplió muy bien sus funciones como 9 e incluso
anotó el gol de la tranquilidad; Sánchez y Aguilar -sin ser de mi agrado-
hicieron un buen partido en la contención; Armero y Zúñiga se proyectaron al
ataque, generaron goles y situaciones para anotar como en ese golazo de James
tras taquito de Cuadrado y jugada individual de Zúñiga, además marcaron bien
sus puntas, a ellos no les pesó la discontinuidad que han tenido en el 2014;
Yepes y Zapata fueron unas murallas, no fueron lentos y supieron ganar duelos a
los atacantes griegos, sin recurrir mucho a las faltas; Ospina fue un arquero
muy seguro: respondió con excelentes reflejos cuando fue necesario.
Por otra parte, no me molestó el trabajo del seleccionado griego, a
diferencia de Colombia, no concretaron las situaciones claras que tuvieron, sólo
por eso perdieron 0-3 merecidamente; su esquema 4-4-1-1 se volvió obsoleto con
el gol tempranero de Armero; sin embargo, siempre buscaron el partido, por eso
el juego se hizo de ida y vuelta, sinceramente me parece que pese al resultado
escandaloso, no jugaron mal y quizás sólo merecían perder por un gol, así que
mucho ojo con ellos, Costa de Marfil y Japón no tienen estos tres puntos
asegurados, con estos griegos la tendrán que luchar mucho.
Finalmente, me sorprende el ambiente que se está viviendo en las calles,
pese a que en Francia 98 yo apenas tenía 14 años de edad, recuerdo que el
colombiano promedio no era tan apasionado con la tricolor, en el centro de
Medellín, hice el ejercicio de mirar que era imposible no ver alguna camiseta
de la Selección colombiana en algún lado, hay mucho fe en este proceso y eso
está muy bien; pero hay que mantener los pies sobre la tierra, porque aún no se
ha hecho historia, en el sentido que la tricolor cafetera merece; pero sí hay
credibilidad en la nómina y en el Cuerpo Técnico que se tiene, por fin el
seleccionado de nuestro país no se divide en fanáticos regionalismos, todos
estamos tirando para el mismo lado: el hecho que Pékerman sea argentino ayuda
mucho en ese sentido, porque ya no peleamos por la "rosca paisa" o la
"rosca anti-paisa". Por todo lo dicho, hay que decirle a nuestros
compatriotas: ¡choquen esos tres, vamos paso a paso; pero sin perder la
esperanza de llegar lo más lejos posible!
Fotos: Cortesía |
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