Autor: Juan
José
Es la del tramo entre Santa Bárbara y el Alto de Minas. Andarla, como ayer martes, fue una pesadilla. Es infame, es vulgar, es grosero e impúdico someter a miles y miles de viajeros a semejante tortura.
Cierres cada diez minutos, por unas obras que empezaron hace tiempos y parece como si nunca fueran a terminar.
Centenares y centenares de tractomulas (parecía como si todos los del mundo estuvieran circulando por esa vía). Nulo control de la llamada autoridad. Las líneas blancas borradas, con el consiguiente riesgo en horas de la noche, por la oscuridad y la estrechez de la calzada. En fin. No sé qué va a pasar.
Que se pongan las pilas las empresas de aviación y multipliquen sus itinerarios entre Medellín y Armenia, con bajos precios y facilidades, porque viajar por esa vía (dizque TRONCAL) es una tragedia. Y para ajustar, al aproximarse a Medellín, los Días sin Carro, hay que esperar hasta las 6 de la tarde para poder entrar en la ciudad.
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